1. Comentario de
texto:
a) La Generación del 98 aprecia las siguientes ideas: los
viejos pueblos y su paisaje, poetas medievales como Berceo, el Arcipreste de
Hita etc., Góngora y el Greco, se declara romántica y siente entusiasmo por
Larra-va incluso a su tumba-, se reúne entorno a Pío Baroja al presentar su
novela “Camino de Perfección”, trata de acercarse a la realidad mediante la
desarticulación del idioma (palabras) ya que con ellas se “aprisiona2 esa realidad,
posee curiosidad por lo extranjero, avivado por el Desastre colonial vivido en
Cuba y Filipinas.
b) Nos explica las ideas que defiende la Generación del 98
(grupo de intelectuales que reaccionan a partir del Desastre de 1898 con la
pérdida del Imperio Colonial español de Cuba, Puerto Rico (América) más Filipinas
y Guam -en Asia-y la destrucción de la Armada por parte de la de USA, tras el
hundimiento del acorazado Maine en Cuba, durante la regencia de María Cristina
de Habsburgo-Lorena-en la infancia del rey Alfonso XIII-, se nos explica por
ejemplo ciertos valores tradicionalistas, si se quiere como el amor por los
viejos pueblos y su paisaje, además del recuerdo del medievo con los poetas
primitivos castellanos: Gonzalo de Berceo, El Arcipreste de Hita o el Marqués
de Santillana, por Góngora y el pintor el Greco, también por los románticos
literarios que denuncian la realidad de su época: Larra, en concreto. Se
menciona a una figura líder miembro del grupo, como es Pío Baroja,
estableciendo un banquete como acto colectivo de la Generación del 98, junto
con la visita a la tumba de Larra, finalmente un recuerdo al análisis de la
realidad que les circunda, a partir del uso de las palabras en el idioma,
curiosidad por lo extranjero, avivando esta sensibilidad por el Desastre
referido. Fueron miembros de esta generación literaria: a parte del autor del
texto (Azorín), Baroja, Maeztu, Unamuno, Ganivet, etc.
c) El Regeneracionismo: tras el desastre del 98, existía
la sensación de que España se había quedado atrasada respecto a otros países de
Occidente y era necesaria una labor de modernización y se pensó primero en una
renovación política que obligara a los gobiernos a afrontar los verdaderos
problemas del país. El resultado sería la regeneración de España y a esta
actitud se llamó Regeneracionismo, compartían tal pensamiento intelectuales
como Joaquín Costa, empresarios o políticos como Antonio Maura y José
Canalejas.
*Proyectos políticos
modernizadores: el de Antonio Maura: durante el llamado gobierno
largo del conservador Maura entre 1907 y 1909, este político: trató de
incorporar a la política a los ciudadanos conservadores alejando a los
caciques, por ello propuso una ley de administración local para que un tercio
de los concejales fueran elegidos por las instituciones privadas locales, pero
los liberales se oponen y fracasa, en cuanto al movimiento obrero creó el
Instituto Nacional de Previsión y una ley de huelga, y un proyecto de ley
antiterrorista que no triunfó porque restringía libertades como la de expresión
y asociación.
Proyecto de José Canalejas : Se llevó a cabo entre
1910 y 1912, que pretendió: impulsar una legislación social-reducción de la
jornada laboral a nueve horas-, eliminó el impuesto de consumos, se suprimió la
exención del servicio militar por pago de cuota, trató de aprobar una ley de
control de las órdenes religiosas, conocida como “ley del candado”. La
continuación de la Guerra de Marruecos le valió el enfrentamiento con las
izquierdas que convocaron una huelga general en septiembre de 1911,
consecuencia de la cual se ilegalizó la CNT, aumentando la conflictividad
social y la violencia, de hecho en 1912 fue asesinado el propio Canalejas.
* Cómo crisis del
sistema hay que destacar: la de 1909 insurrección de Barcelona en la
llamada Semana Trágica, por querer, el gobierno, la consolidación de una zona
de influencia en el Norte de Marruecos, aunque esta acción encontró una fuerte
oposición local, y como consecuencia choques armados cerca de Melilla; el
gobierno envió tropas de refuerzo, llamando a filas en Cataluña a jóvenes que
ya habían cumplido el servicio militar, además sólo iban los jóvenes que no
pagaban cuota, es decir las clases populares. Republicanos, anarquistas y
socialistas convocan una huelga general de protesta y en Barcelona se convirtió
en sublevación urbana, y los rebeldes fueron dueños de las calles durante una
semana-“Semana Trágica”- fueron quemadas iglesias y conventos por los
sublevados, y murieron más de cien personas, cuando se consigue derrotar a
estos grupos, se acusa al pedagogo anarquista Ferrer Guardia de ser el líder de
la protesta aunque su papel no había sido destacado, se le condena a muerte, la
ejecución supuso una protesta a nivel nacional e internacional, lo que provocó
que el rey pidiera la dimisión de Maura.
La de 1917: En el verano de 1917 se produjo una compleja crisis
política en la que el sistema político se tuvo que enfrentar a una
insubordinación militar (Juntas de Defensa), a un intento de reforma
constitucional protagonizado por los catalanistas (Asamblea de Parlamentarios
para conseguir la autonomía de Cataluña-Cambó-) y a un intento por derribar a
la monarquía (la huelga general de UGT y CNT en Barcelona, Madrid, Vizcaya y
Asturias).El gobierno conservador de Eduardo Dato logró salvar a la monarquía,
pero los militares alcanzaron una influencia política que puso fin al
predominio del poder civil establecido por Cánovas.
*Durante los años
1918 a 1921 se produjo en España una oleada de movilización obrera a lo que
contribuyó: la fuerte subida de precios y la presión de los obreros para la
subida de salarios, la esperanza de un cambio revolucionario que impusiera la
igualdad a semejanza de la revolución de Rusia. Los protagonistas fueron
fundamentalmente los anarcosindicalistas de CNT. Los principales conflictos, ya
vistos en temas anteriores, fueron: el trienio bolchevique de Andalucía
(ocupación de fincas y destrucción de cosechas), conflictos obreros de
Barcelona (huelga anarquista en La Canadiense, lockouts de los empresarios y
enfrentamientos CNT y Sindicatos Libres derechistas) y el pistolerismo en
Barcelona.
*La Guerra de
Marruecos: en 1921 se produce el desastre de Annual. El reino de Marruecos
había quedado dividido a comienzos del siglo XX en dos zonas de protectorado,
el sur para Francia y la franja costera, Rif, para España-zona que rodeaba a
Ceuta y Melilla. Tras un tratado con Francia en 1912, nuestro país se lanzó a
la ocupación efectiva del territorio adjudicado, esta misión la llevaba a cabo
el general Fernández Silvestre, pero con un avance militar imprudente, siendo
derrotado en Annual por las tropas rifeñas de Abd el Krim, donde es aniquilado
el ejército español.
2. Mapa Histórico:
Se trata de un mapa
de España, que como bien dice la leyenda es del 19 de Julio de 1936, donde aparecen
en azul la zona que se adhiere a la sublevación militar y en rojo la que
aparece fiel a la República. Por lo que debemos referirnos al alzamiento
militar de Julio de 1936 y al estallido de la Guerra Civil:
La sublevación
militar se inició en Melilla y a
partir del 18 de Julio se extendió a casi todo el territorio peninsular: la
insurrección triunfó en Galicia,
Castilla y León, Álava, Navarra y
parte de Aragón (mirar mapa de la página 283), en el Sur sólo triunfó en Sevilla y Cádiz. Las
autoridades republicanas mantuvieron el control de Madrid, Este y Sur
peninsular y una franja aislada en la cornisa cantábrica, desde Asturias hasta
Guipúzcoa.
Los sublevados
contaron con el apoyo de buena parte de los mandos militares, pero
fracasaron en media España (en las principales ciudades fracasaron), pero
contaban con la parte del ejército más preparado-el ejército de África- mandado
por el general Franco (Dragon Rapide) y las fuerzas de seguridad se
dividieron entre los leales a la República y los que apoyaban a
los sublevados. Además las organizaciones obreras de izquierdas (socialistas,
comunistas y anarquistas) que se resistieron al golpe y que el gobierno de José
Giral les entrega armas, se hacen con el dominio de muchas localidades e
inician la revolución, se forman milicias revolucionarias y desde ese momento
el alzamiento deriva en Guerra Civil. Mientras que la zona republicana
las unidades militares se desintegran, y toman el poder los voluntarios de
izquierdas que con mucha moral de combate son eficaces en el medio urbano,
carecen de estructura de mando para combatir en campo abierto, las instituciones
republicanas dejaron de ser efectivas y las revolucionarias impusieron la
colectivización de tierras y fábricas y ejercieron la represión en la
retaguardia, el gobierno dirigía oficialmente la administración pero no
controlaba los comités y milicias locales en los que se integraban
fuerzas del Frente Popular, CNT y FAI pero sin predominio total de una sola
fuerza, incluso en una localidad, por ejemplo en Cataluña gobernaba Esquerra
Republicana pero en la calle lo hacía CNT, los socialistas y los comunistas
catalanes se unieron en un solo partido –Partido Socialista Unificado de
Cataluña-PSUC- que pronto adoptó una orientación comunista, en las provincias castellanas
y andaluzas fieles a la República, PSOE y UGT protagonizan la revolución, en
Aragón oriental anarquistas catalanes colectivizan las propiedades, pero en
Vizcaya y Guipuzcoa el PNV impide que se tomen medidas revolucionarias y se
persiguiera a la Iglesia-gobierno de José Antonio Aguirre-. Los Comunistas del
PCE, minoritarios hasta entonces, se oponían a la rápida colectivización y
perseguían un acuerdo de las clases medias a nivel nacional y con las
democracias a nivel internacional para luchar contra el fascismo con el que
identificaban a los militares sublevados, y que las milicias obreras debían
pasar a un nuevo Ejército Popular con una fuerte disciplina. En septiembre de 1936 se trata de
reconstruir el Estado republicano y apartar las milicias y comités, para
ello se constituirá un nuevo gobierno presidido por Largo Caballero y que
integraba a todas las fuerzas que luchaban contra los sublevados, incluso los
anarquistas. Aunque se mantienen las instituciones republicanas: Constitución
de 1931, sus disposiciones se ignoran a nivel local, en Cataluña se formó un
gobierno similar , presidido por Companys, con participación de la CNT, PSUC y
los comunistas disidentes del Partido Obrero de Unificación Marxista-POUM-.En la zona insurgente o nacional, en cambio, todo quedó bajo
control de las autoridades militares, los voluntarios civiles-carlistas y
tradicionalistas, falangistas) se sometieron a la disciplina militar. Las
unidades del Ejército de África pudieron cruzar el estrecho de Gibraltar,
con ayuda de aviones alemanes enviados por Hitler. Una vez en la Península,
Franco lanzó una ofensiva desde Andalucía que le dejaría a las puertas
de Madrid.
En los primeros meses
de la Guerra Civil hubo quizá más muertes en la retaguardia que en el
frente. Inicialmente las víctimas de ambos bandos fueron asesinadas sin ningún
tipo de juicio, eran detenidas o se les sacaba de la cárcel, se les conducía a
un lugar apartado y se las fusilaba (este era conocido como “dar el paseo”),
en el bando republicano esto lo realizaban las milicias revolucionarias, e
incluso en Madrid estas milicias crearon centros de detención propios “las
checas” y de noche a sus detenidos los asesinaban. En el bando nacional o
sublevado, las autoridades tenían mayor control, pero ya desde el comienzo el
general Mola hablaba del empleo del terror. La represión de los
nacionales se prolongó en la postguerra (unas 40000 personas murieron a manos
de los republicanos y 140000 a manos de los nacionales, pero incluyendo las
ejecuciones de postguerra), la represión se usó como arma de guerra para
debilitar la voluntad de resistencia del enemigo, como venganza, como limpieza
para crear una España nueva y como persecución religiosa (mueren más de 6000
religiosos).
3. Gráfica:
Se trata de una
gráfica lineal donde se analiza la producción industrial de nuestro país desde
1900 a 1985, en nuestro caso en esta tercera evaluación, podemos observar como
la producción desciende en los años 30, debido a la crisis económica de 1929 y
a la Guerra Civil, y ya desde 1940 percibimos un crecimiento continuo,
alcanzando a finales de los 50 el índice 100 y desde allí un crecimiento
sostenido, que podríamos calificar de explosivo desde el año 1959 hasta el
índice 531 en 1985, esto nos lleva indudablemente a hablar del período conocido
como” desarrollismo”, con su antecedente de la “primera apertura”, del
franquismo; por lo que debemos referirnos a:
Durante los años 40: La
política económica se movió entre la necesidad de reconstrucción del país y la
imposibilidad de hallar, durante la II Guerra Mundial el apoyo internacional
necesario para hacerlo. De ahí que se aplicara una política económica autárquica acompañada de una fuerte
intervención del Estado con el objetivo de industrializar al país ( se
introdujeron nuevas industrias con apoyo gubernamental, y se crea el INI),
controlar estrictamente, a través del gobierno, el escaso comercio exterior,
aumentar la producción agraria (este intento fracasó debido a diversas causas,
tales como técnicas muy rudimentarias, rendimientos bajísimos, condiciones
metereológicas desfavorables, defectos estructurales…La producción insuficiente
trajo consigo la aparición de racionamientos-cartillas de racionamiento-,
precios de “tasa” y mercado negro).
La década de los cincuenta resultó particularmente tranquila para el régimen de Franco. El
aislamiento internacional desapareció,
la actividad de la oposición se redujo al mínimo y la economía empezó a crecer a un ritmo
satisfactorio.
En los años 60 España entró en una etapa de rápida transformación: el desarrollo económico alcanzó un ritmo sin
precedentes históricos, las ciudades crecieron por efecto del éxodo rural,
comenzaron a difundirse los automóviles baratos y los electrodomésticos,
empezaron a cambiar las maneras de pensar y las costumbres y también el
catolicismo entró en un período de renovación. Frente a todo ello el régimen de
Franco resultaba cada vez más anacrónico. El declive físico del dictador fue
acompañado por un declive de su régimen, que seguía reprimiendo toda manifestación
de protesta pero que tenía cada vez menos partidarios, sobre todo entre los
jóvenes.
Por lo expuesto hasta
el momento nos referimos a un período
que podríamos encuadrar entre finales de los años 50 y finales de los
años 60, y que se caracteriza por el final de la etapa autárquica que hemos
mencionado en el apartado 1 y el
desarrollismo que para la mayoría de los historiadores llega hasta el año
1973 (Gran Crisis Económica), pero que políticamente resulta más interesante
adelantarla a julio de 1969 cuando las Cortes aceptan como sucesor de Franco,
con el título de rey, al príncipe D. Juan Carlos de Borbón, y se toma como
final de una etapa, en cualquier caso y siempre teniendo en cuenta esta
consideración describiremos brevemente este período: Entre 1960 y 1972 la
economía española experimentó un fuerte crecimiento, reflejo del crecimiento
que a su vez han experimentado los países capitalistas de Europa Occidental (en
los países de la CEE); en estas circunstancias, en 1957 tomó las riendas de la
política económica un equipo de políticos (López Rodó, Ullastres, Navarro Rubio-“tecnócratas”), dispuestos a favorecer
al máximo el contacto de la economía española con la del mundo
capitalista. Tras un período de reajuste
de los mecanismos de la política económica, se aprueba el Plan de Estabilización de 1959 basado en tres elementos: la
disciplina financiera (para evitar el déficit estatal se aumentan los impuestos
indirectos, el recorte del gasto y la fijación de un tope en el crédito
bancario, por esto no crecerá la inflación al menos teóricamente),
liberalización económica interior (se eliminan organismos interventores y se
liberalizan los precios), liberalización exterior (se facilitó el comercio
exterior y la entrada de inversiones extranjeras, se devaluó la peseta para
hacer las exportaciones competitivas), a todo ello se fue sumando las divisas
que mandaban los inmigrantes españoles en los países europeos y el dinero
aportado por el turismo extranjero en nuestro país, que en busca de sol y playa
comienzan a venir masivamente.
El cambio social: Una transformación económica como
la que experimentó el país entre 1960 y 1972 implicaba un profundo cambio en la
sociedad: la sociedad española de 1970 era radicalmente distinta a la de 1940,
en conjunto la de 1970 se acercaba más a la de los países desarrollados. Pero
este cambio afectó además al sistema de valores y a los modelos de conducta
aceptados por la mayoría de la población. Una serie de hechos contribuyeron a
esta modificación: la desaparición de la familia tradicional, típica del mundo
rural (hábitos de colaboración, solidaridad, autoridad), el aumento y
diversificación de la información (prensa, radio, televisión…), aumento del
consumo cultural (libros “de bolsillo”, cine, revistas, extensión de la enseñanza…),
mayor facilidad para la comunicación y los intercambios entre personas de áreas
muy diversas: aumento de las personas que viajan, profunda transformación que
se produjo en importantes sectores del clero. El nuevo tipo de sociedad que se
fue configurando en la década de los sesenta resultaba más conflictiva, con un
nivel de vida más elevado-aunque con importantes núcleos de pobreza-, mayor
movilidad social, mayor sentido crítico y sentido de participación en las
decisiones de la colectividad, junto a la demanda de bienes de todo tipo y el
deseo de ascenso social.
El desarrollismo: situado cronológicamente en los años 60 y llevado
a cabo por los tecnócratas del OPUS DEI, supone un acercamiento a la economía
capitalista, con un crecimiento o desarrollo económico constante (con una media
de 5,3 %) basado en la cercanía al Mercado Común Europeo, a una energía barata,
el incremento de las importaciones-materias primas y bienes de equipo
tecnológicamente avanzados, la entrada de divisas por exportaciones y la de los
inmigrantes, éxodo rural que proporciona mano de obra barata y mercado local y
planificación económica indicativa por parte del gobierno, en donde se fijaban
objetivos y proporcionaba incentivos a la industria privada-Polos de Desarrollo-, son los llamados Planes de Desarrollo (el I Plan de
Desarrollo comienza en 1964).
4. Imagen:
Nos encontramos ante una fotografía, que en 1979 publicaba
el Diario de Canarias, en la que podemos destacar la figura del Presidente del
Gobierno en aquel entonces: Adolfo Suárez, junto a los Reyes de España: Don Juan Carlos I y Doña Sofía en un acto celebrado en “la Casa
Árabe en Madrid”, por lo que debemos referirnos a la época de la Transición
Española (período de la Historia de España que abarca desde noviembre de 1975-cuando
Don Juan Carlos es nombrado rey, hasta diciembre de 1978-cuando se aprueba la
Constitución, aunque otros historiadores piensan que se debe prorrogar hasta la
primera victoria del PSOE de Felipe González en 1982; no obstante creo más
oportuno tratar los gobiernos de Adolfo Suárez, pues a este político al que se
nos presenta: Franco esperaba que tras su muerte su régimen perdurara “atado y
bien atado”, sin embargo la transición cortó esa voluntad. El impulso del rey
Juan Carlos, la actitud favorable a la democracia de los sectores reformistas
del régimen encabezados por Adolfo Suárez y la disposición al consenso por
parte de la oposición contribuyeron al resultado final. Sin embargo, dos
factores favorecieron la opción democrática: el modelo europeo (poseía
estabilidad democrática, prosperidad económica, Estado del bienestar e
integración europea), para los reformistas del régimen la integración en Europa
representaba el reconocimiento internacional y el mantenimiento de una economía
de mercado. La sociedad española del
momento estaba satisfecha con los logros económicos de los últimos años, tenía
poco interés en la política, no se hallaba identificada con los principios
ideológicos del régimen de Franco y veía el modelo europeo como ejemplo de
modernidad. Deseaba un cambio que condujera a una mayor libertad, aunque con
temor ante los conflictos; en ambientes estudiantiles y obreros había sectores
opuestos al régimen.
Evolución política: el Rey, obró con prudencia,
manteniendo en su puesto al presidente del gobierno: Carlos Arias Navarro, este
nombró algunos ministros más aperturistas-como Fraga-, pero muchos españoles,
acosados a veces por la crisis económica y por la falta de libertad, hacen
huelgas laborales, manifestaciones de petición de amnistía para los presos
políticos o de autonomía para Cataluña y otras regiones. Algunas fuerzas
políticas habían constituido en 1974 la Junta
Democrática de España, aglutinada en torno al Partido Comunista. Las
fuerzas políticas que no se integraron en aquella crearon en 1975 la Plataforma de Convergencia Democrática,
llegando ambas organizaciones a un acuerdo poco antes de la muerte del general
Franco, que originó lo que se conoció como Platajunta.
El talante de Arias Navarro y su gobierno no convence a nadie, aparece como
insuficiente, por lo que se lleva a un cambio de estrategia: una ruptura
controlada respecto al anterior régimen, pero realizada utilizando los
mecanismos legales existentes. Adolfo Suárez es nombrado jefe del gobierno y el
primer paso es la aprobación por las Cortes de una Ley para la Reforma Política, que posteriormente fue sometida a referéndum popular. Se
iniciaba así un período constituyente en el que la forma vigente del gobierno
era aceptada sin discusión como un hecho consumado. Esta ley fue una medida
puente que permitió el paso de la legalidad franquista a la legalidad
democrática. Mientras tanto, se incrementa la violencia terrorista, con acciones casi diarias de asesinatos y
secuestros protagonizados por ETA, GRAPO y FRAP. Y en enero de 1977 pistoleros
derechistas asesinaron en Madrid a varios abogados laboralistas vinculados al
PCE en la matanza de Atocha, no
obstante en abril, el gobierno de Suárez, legalizó el Partido Comunista, a
pesar de la oposición de una parte del ejército.
Mediante un
decreto-ley se convocan elecciones
generales a Cortes constituyentes: se establece el bicameralismo, un
sistema de representación de proporcionalidad corregida, la provincia como
circunscripción electoral, la financiación de la campaña electoral, etc. El 15
de Junio de 1977 se llevaron a cabo las primeras elecciones democráticas desde
1936, formando gobierno la UCD de acuerdo con los resultados electorales. Las
nuevas Cortes, legislativas y constituyentes a la vez, aprobaron una Constitución nueva que fue sometida a
referéndum popular en diciembre de 1978,
y fue aprobada por el 87,87% de los votos emitidos (58,97 %), abstención alta,
a pesar que la mayoría de edad se había establecido a los 18 años. La
democracia adquiría su legitimación. El largo proceso constituyente dio como
resultado una constitución no partidista que pudo ser aceptada por la mayoría
del país.
La crisis económica llevará a un acuerdo de consenso que
servirá para iniciar una política de reajuste apoyado por la oposición
(comienza a reducirse la tasa de inflación), son los acuerdos o pactos de la Moncloa firmados en octubre de 1977.
Aprobada la Constitución, se
convocan elecciones generales, venciendo de nuevo la UCD de Suárez con 168
escaños. Esta nueva etapa de gobierno estuvo afectada por:
▪ La
escalada terrorista. ETA intensificó su actividad para que el gobierno aceptara
el programa para la independencia de Euskadi, elaborado por KAS (Koordinadora
Abertzale Sozialista), complementado por la acción política de Herri Batasuna,
que obtuvo en 1980 más del 15% de los votos en las elecciones autonómicas
vascas. A ETA se sumarían el FRAP, que desaparecería al final de la década y el
GRAPO, de poco claros principios de actuación.
▪ La
amenaza de golpismo en las Fuerzas Armadas. La vía reformista hacia la
democracia no había prevista ninguna depuración de la administración, ni de las
fuerzas de orden público ni del ejército, por ello los sectores nostálgicos del
franquismo creían que conservaban el control de los aparatos del Estado. Por
otro lado, la jerarquía militar, que se había sentido traicionada por Suárez
cuando legalizó el Partido Comunista, había impedido que se concediera amnistía
a los militares de la UMD y presionado para que no se quitara la pena de muerte
del Código de Justicia Militar, entre otras cosas. Suárez había nombrado
vicepresidente para asuntos de la defensa a Gutiérrez Mellado para controlar el
descontento militar. Sin embargo, los rumores de golpe militar continuaron. En
noviembre de 1978 fue desarticulada la Operación Galaxia, que pretendía
secuestrar al gobierno en el palacio de la Moncloa y colocar en su lugar una
Junta Militar.
▪ Desde
el primer momento Suárez estuvo sometido a un fuerte desgaste, incrementado por
el proceso autonómico. A principios de 1980 ralentizó la descentralización del
país y acordó proponer la vía del artículo 143 de la Constitución como vía
lenta de acceso a la autonomía, dejando el artículo 151, la vía rápida solo
para las comunidades históricas, suscitando el recelo del resto.
Por otro lado, concluido el
consenso, el PSOE acentuó su oposición, presentando una moción de censura en
mayo de 1980, que no prosperó por tan solo 14 votos.
Por si esto fuera poco, Suárez debió
de hacer frente a la progresiva desintegración de su propio partido en el que
la falta de unidad quedó de manifiesto cuando se abordaron algunos asuntos
controvertidos como el divorcio, la reforma fiscal y el autonomismo. Su
liderazgo fue puesto en entredicho por los llamados barones: Fernández Ordóñez
(socialdemócrata), Álvarez de Miranda (democristiano) y Garrigues Walker
(liberal).
A finales de enero de 1981 Suárez
presenta la dimisión. Poco después, los reyes son increpados por Batasuna en su
visita a la Casa de Juntas de Guernika. Ante estos hechos, los golpistas
reaccionan. El 23 de febrero de 1981, mientras tenía lugar el debate de
investidura del sucesor de Suárez, Calvo Sotelo, el teniente coronel Tejero
ocupa el Congreso y secuestra a los diputados. Milans del Bosch decreta en
Valencia el estado de excepción y se vive una situación de máxima tensión en
todos los cuarteles. La intervención del rey fue decisiva para que, durante la
madrugada, se volviera paulatinamente a la normalidad.
Tras el fracasado
golpe de Estado, llegaba el turno del gobierno de Calvo Sotelo, heredo de
Suárez en el gobierno y en la UCD, y este comenzaría otro nuevo proyecto, con
otro partido político: CDS.
5. El Estado de las
Autonomías y su evolución:
En la primera mitad de 1978, 13
decretos leyes establecieron el mapa autonómico, completado cuando Cantabria,
La Rioja y Madrid optaron por formar regiones propias (Navarra ya tenía
autonomía previa).
En octubre de 1979 fueron aprobados
los estatutos vasco y catalán. En las elecciones a los parlamentos autónomos
vencieron los partidos nacionalistas: Garaicoechea fue investido Lehendakari en
el País Vasco y Jordi Pujol, Presidente de la Generalitat en Cataluña.
En meses sucesivos se aprobaron el
resto de estatutos de autonomía y se comenzaron a elegir sus órganos de
gobierno (el tercero fue el Gallego), el derecho a la autonomía está regulado
en el Título VIII de la Constitución, y hay algunas características generales
que señalar en este proceso: las provincias no desaparecen y no hay un único
modelo organizativo de las comunidades autónomas y se diferencian las de
tradición histórica (Cataluña, País Vasco y Galicia) y el resto de las que
pudieran llegar a constituirse, las cuales, a su vez, podían asumir
inmediatamente sus estatutos-artículo 151 de la Constitución- o bien hacerlo de
forma más lenta y retardada-artículo 143 de la Constitución-.
La organización territorial autonómica
supuso el fin del centralismo histórico. La principal consecuencia fue la
aparición de múltiples centros de poder, pues la Constitución propugna que
España está integrada por diversas nacionalidades y regiones, con capacidad
para tomar decisiones políticas.
En los respectivos estatutos de
autonomía se especifica la organización de cada una y se definen las
instituciones de autogobierno: Asamblea legislativa, Consejo de Gobierno,
Presidencia de la Comunidad y Tribunal Superior de Justicia. También se regulan
las materias y competencias del gobierno central y autonómico, reservándose el
primero los asuntos internacionales, la defensa del territorio, el sistema
fiscal y la ordenación general de la economía. El resto de áreas
competenciales, incluso la policía (mossos d’esquadra y ertzaintza), recae en
las comunidades autónomas.
Las autonomías disponen de sus propios
recursos procedentes de los impuestos cedidos por el Estado central. En la
actualidad existen 17 autonomías y 2 ciudades autónomas. Para salvaguardar el
principio de solidaridad, la Constitución establece un Fondo de Compensación
económica destinado a corregir y neutralizar las desigualdades regionales.
PEDRO LÓPEZ ARNEDO (Profesor de Historia de España. IES MARGARITA SALAS DE MAJADAHONDA- COMUNIDAD DE MADRID).