TEMA
12: CONSTRUCCIÓN Y CONSOLIDACIÓN DEL ESTADO LIBERAL
(PANORÁMICA DEL
PERÍODO 1833-1902)
REINADO
DE ISABEL II (1833-1868): Se divide en el período de Regencias (1833-1843) y en
el Reinado Efectivo (1843-1868):
a) Regencia de Mª Cristina de Borbón (1833-1840):
En
octubre de 1833 se publica “El Manifiesto de la Gobernadora al país”; aunque un
administrador de correos de Talavera proclama a Don Carlos María Isidro
heredero del rey difunto, éste publica el Manifiesto de Abrantes, proclamándose
legítimo heredero, comienza la Primera Guerra Carlista. En 1834 se proclama el
Estatuto Real de 1834 (Martínez de la Rosa y Javier de Burgos), que es un
intento moderado de normalizar el régimen; en 1836 se produce la
Desamortización de Mendizábal, en la que se decreta la nacionalización y venta
de bienes eclesiásticos por la necesidad de dinero para la guerra. En 1837, se
llega más allá y se publica La Constitución de 1837, en la que quedan abolidos
los señoríos y se reconocen una serie de libertades más radicales y limita los
poderes del rey, que los comparte con las Cortes, estableciendo un sistema
bicameral y sufragio censitario. En 1840, se produce el final de la guerra
carlista (Abrazo de Vergara) en la que Espartero, general isabelino o cristino,
sale triunfador.
b) Regencia de Espartero (1840-1843):
En la entrevista de Esparraguera entre
Espartero y Mª Cristina, este le pide que no sancione la ley de ayuntamientos
(en contra de los intereses progresistas, ya que el general lo era), no
obstante la Regente lo firma y hay un pronunciamiento militar en Madrid, dimite
y se marcha a Francia; Espartero se convierte en presidente del gobierno y
regente interino, ya en 1841, Espartero es nombrado por las Cortes, Regente.
Hay multitud de pronunciamientos contra el nuevo regente, financiados por Mª
Cristina, que terminan en fracasos; se forma un gobierno de incondicionales de
Espartero, los llamados ayacuchos, y éste clausura las Cortes.
El
Regente es librecambista (política económica que suprime las trabas
arancelarias en el comercio internacional) y choca contra el proteccionismo
(pretendía una política económica de barreras arancelarias en el comercio
internacional) de la burguesía catalana, Barcelona se subleva y Espartero
ordena bombardear la ciudad condal. Hay algunos militares (Prim, Serrano,
Narváez…) que se sublevan y Espartero huye.
Mayoría
de edad de Isabel II: el reinado efectivo (1843-1868):
La
reina Isabel es declarada mayor de edad con trece años y jura la Constitución
en noviembre de 1843; recibe el poder el liberal moderado González Bravo y con
él comenzará…
a) Década Moderada (1844-1854):
Narváez ,líder de los moderados y presidente
del gobierno en este período; el duque de Ahumada, crea la Guardia Civil en
1844, se crea el Banco de Isabel II, y se aprueba la Constitución de 1845
(pretendía consolidar los logros del liberalismo, se robustece la autoridad del
monarca, confesionalidad católica del Estado, cuerpo legislativo dividido en
dos cámaras con senadores vitalicios nombrados por la reina, refuerza el centralismo
y el sufragio censitario). Se reorganiza la Hacienda y la fiscalidad (reformas
de Alejandro Mon y Ramón Santillán), se aprueba un arancel proteccionista y hay
una crisis de la bolsa madrileña en 1846, con la guerra de los Martiners en
Cataluña se inicia la segunda guerra carlista; también va a aparecer el Nuevo
Banco Español, fusionado con el Banco de Isabel II). Por la revolución de 1848
europea, Narváez recibe poderes excepcionales de las Cortes; se inaugura el
ferrocarril Barcelona-Mataró (1848); y se consagra el cargo de Gobernador
Civil; en 1849 nace el Partido Demócrata. 1851: Bravo Murillo es nombrado jefe del
Consejo de Ministros: funda el Canal de Isabel II, introduce un plan de
reconversión de la deuda pública y un proyecto constitucional que anulaba el
régimen liberal representativo (moderados y progresistas publican manifiestos
en su contra y la reina lo destituye. Le sustituye Sartorius, a este gobierno
se le acusa de corrupción por la ley de ferrocarriles, el gobierno se defiende
deteniendo a políticos y generales más significativos y con una rigurosa
censura.
Los
generales Dulce y O’Donnell se pronuncian en Vicálvaro (Madrid), la llamada
Vicalvarada, en Junio de 1854, se inicia la Revolución Liberal, se enfrentan
tropas gubernamentales contra las sublevadas, y el resultado es indeciso, los
sublevados se retiran hacia el sur y publican “El Manifiesto de Manzanares” o
de “queremos” (por las veces que se repite esta palabra), redactado por Cánovas
del Castillo.
b) El Bienio Progresista (1854-1856):
Se
producen luchas en las calles de Madrid, y la reina llama a Espartero y este
forma gobierno y confía a O’Donnell (habrá enfrentamientos entre ambos). La
convocatoria a Cortes constituyentes hace que se promueva un nuevo partido, la
Unión Liberal presidida por O’Donnell. En 1855 se produce la desamortización
civil de Madoz (venta de tierras y bienes comunales municipales), los
pronunciamientos carlistas continúan, en las dos Castillas hay revueltas por la
carestía de los alimentos. O’Donnell sustituye a Espartero al frente del
gobierno, hay desordenes en las calles de Madrid a cargo de la Milicia
Nacional, el jefe del gobierno se enfrenta a ellos y eso supone el final de los
progresistas y demócratas, además no se publica la Constitución del bienio, que
preparaban las Cortes. Le sucederá Armero y luego Istúriz, y más tarde:
c) Gobierno de la Unión Liberal de
O’Donnell: sin programa político definido, desarrolló una política exterior
de prestigio: el gobierno declara la guerra a Marruecos (batallas de
Castillejos y Wad-Ras) se conquista Tetuán, Tánger e Ifni (lo hace el general
Prim). Pronunciamiento carlista de San Carlos de la Rápita, fracasado. Se crea
el Casino Mercantil de Barcelona-antecedente de la Bolsa-, Santo Domingo (Isla
de la Española sin Haití) pide la unión a España (1861), pero ante la
hostilidad de los dominicanos, las Cortes Españolas anulan la unión en 1865.
Se
firma el Tratado de Londres (1861) con Francia y Gran Bretaña, para intervenir
en el México de Juárez: expedición para que se pagara la deuda mejicana con
España, Francia y Gran Bretaña, (Francia impondrá al emperador Maximiliano), y
España y Gran Bretaña se retiran.
Hay una guerra contra Perú, Chile y Ecuador,
que no logra ganar nuestro país (sucesos de Talambó)
Le sucede Narváez, que crea el Banco de
España en lugar del de San Fernando, se construyen y mejoran las carreteras y
libera a los bancos de las leyes restrictivas para su tarea cotidiana, se
aprueba en 1857 la Ley Moyano de Educación –la normativa educativa, más longeva
en la Historia de nuestro país-; en 1863 se produce el enlace férreo entre
Portugal y España y se crea el Ministerio de Ultramar.
d) El final del reinado de Isabel II
(1865-1868): se
suceden los gobiernos de O’Donnell y Narváez. En la llamada Noche de San Daniel
(10 de Abril de 1865) de apoyo estudiantil a Castelar (profesor universitario
que criticaba la posible corrupción de la reina, por quedarse con el 25 % de la
venta de propiedades del Estado). Isabel II se deja aconsejar por el padre
Claret y Sor Patrocinio; Narváez dimite y le sucede O’Donnell que anula las
penas por los sucesos de San Daniel y aparta al Padre Claret y Sor Patrocinio,
termina la guerra con Chile, Perú, Bolivia y Ecuador, se produce una crisis
económica especialmente con las suspensiones de pagos de los bancos
barceloneses; sublevación de los sargentos del acuartelamiento de San Gil y la
dura represión, hace que O’Donnell dimita, y le sucederá Narváez; pero entre
1867 y 1868 morirán ambos. Los progresistas y demócratas firman en 1866 el
PACTO DE OSTENDE, con el fin de unir a todas las fuerzas que se oponen al régimen,
es el preámbulo de la Revolución de 1868 o Gloriosa.
EL
SEXENIO REVOLUCIONARIO (1868-1874):
La Gloriosa y la Constitución de 1869: comienza en Cádiz,
la Revolución “septembrina” (empieza el 17 de septiembre), gloriosa o de 1868,
movida por progresistas, unionistas y demócratas contra la monarquía de Isabel
II (en ella están implicados Serrano-unionista-, los progresistas con apoyo de
la burguesía catalana-cuyo líder es Prim- y demócratas como Castelar y Pi i
Margall), que han firmado el Pacto de Ostende en 1866. Se produce un alzamiento
militar en Cádiz (Prim, Serrano y Topete) y se publica el “Manifiesto de España
con honra” y una convocatoria de Cortes constituyentes, por sufragio universal,
que decidan el futuro político. Como “la gloriosa” se extiende por diversos
puntos de España (Córdoba, Sevilla, Málaga, Santander, Bilbao…) se van
instalando Juntas revolucionarias.
En la
batalla de alcolea (Córdoba) se enfrentan las fuerzas sublevadas, mandadas por
Serrano con las gubernamentales de Novaliches. La fácil victoria de los de
Serrano, aseguró el éxito de la revolución, el gobierno entrega el poder a la
Junta revolucionaria de Madrid y la
reina se exilia en Francia, las tropas de serrano ocupan Madrid. Mientras tanto
en Cuba se produce el “grito de Yara” (revuelta independentista) y en Puerto
Rico la revuelta de Lares.
Se
forma el nuevo estado mediante un gobierno provisional mandado por serrano, y
se le presentan dos problemas: eliminar las Juntas revolucionarias como
instrumento de poder y establecer una forma de gobierno definitiva. Las juntas
revolucionarias están en manos de demócratas y republicanos, mientras que el
gobierno es progresista y unionista (es lo que se llama dualidad de poder). Estas
juntas fueron sometidas, algunas como las de Cádiz y Málaga militarmente.
Se
convocaron Cortes constituyentes, como dijimos, y se promulgó la Constitución
de 1869, que se inspira en la de 1812 y 1837. Se establece una monarquía democrática
basada en el sufragio universal y en el principio de soberanía nacional. El
monarca con el que se inicia la nueva dinastía sería elegido por las Cortes, se
hace más fuerte el poder judicial y recoge el sufragio universal, la libertad
de reunión y asociación y el mantenimiento de culto y clero católico pero con
libertad religiosa. Se nombra regente a Serrano y jefe del gobierno a Prim,
sobre los militares descansa el poder político del período, porque entre los
civiles (poder civil) existe una gran inestabilidad. La elección del monarca
fue un problema difícil y tenía una vertiente internacional por las
implicaciones que algunos candidatos comportaban: Fernando de Coburgo
(levantaba recelos en Portugal a causa de su paniberismo; Leopoldo de
Hohenzollern suscitó la rivalidad franco-prusiana hasta llegar a la guerra de
ambos países en 1870. Otros candidatos fueron: Espartero, el duque de
Montpensier y príncipes nórdicos; pero el que resultó elegido (en noviembre de
1870) fue AMADEO DE SABOYA, hijo de Víctor Manuel I de Italia.
La monarquía de Amadeo I de Saboya
(1871-1873):
el valedor de Amadeo fue el general Prim, quien tiroteado en la calle del turco
de Madrid, murió el mismo día que el nuevo rey desembarcaba en Cartagena. El
nuevo rey se encuentra con fuerzas políticas incapaces de asegurar la
estabilidad política (6 gobiernos en dos años). Los primeros problemas con que
se encuentra serán: oposición de los republicanos y monárquicos alfonsinos
(Cánovas), movimientos y revueltas de los obrero y anarquistas, tercera guerra
carlista y comienzo en Cuba de la guerra de la independencia. Ante tales
problemas y sin apoyo de la nobleza y el ejército, por no firmar la disolución
del cuerpo de Artillería, en febrero de 1873, Amadeo I renuncia al trono
español. En reunión de emergencia del Congreso y el Senado se proclama la
República.
La Primera República (1873-1874): al frente del primer
gobierno se sitúa Estanislao Figueras
(de la coalición republicano-radical), toma importancia el movimiento obrero en
las ciudades (AIT se crea en 1864 y se extiende el bakuninismo) y falta el
apoyo popular al gobierno, problemas por la guerra de Cuba y Carlista y además
surge el movimiento cantonalista; se hacen desde el gobierno concesiones:
abolición de quintas y los impuestos de abastos, pero la República parece que
se desmorona, se generaliza el autogobierno de las regiones y pueblos, hacen
caso omiso del poder central, en Barcelona se proclama el Estat Catalá y la
fragmentación se extiende y se debe recurrir al ejército para restablecer la
normalidad. Con gran abstención se eligen unas cortes que elaboran una
constitución republicana. Dimite Figueras y le sustituye Pi i Margall, con un programa político de orden y progreso. Se
produce el levantamiento cantonalista de Cartagena, ante tal situación dimite
Pi i Margall y le sucede Salmerón que
no puede hacer frente a la sublevación cantonalista y recurre al ejército y a
sus mandos más prestigiosos, aunque no fueran republicanos, para restablecer el
orden y la unidad del país; por no firmar unas sentencias de muerte, dimite y
le sucede Castelar, que establece un
gobierno autoritario para enfrentarse a la guerra de Cuba, al cantonalismo y al
carlismo. Refuerza el ejército y mejora las relaciones con la Iglesia y toma
medidas para aumentar los recursos del Estado etc. Su “dictadura republicana”
es rechazada por las Cortes y en la madrugada del 4 de enero de 1874 y se va a
elegir al doctor Palanca como quinto presidente, el capitán general de Madrid
Pavía, da un golpe de Estado y encarga a Serrano
el gobierno del país, es la llamada “República Ducal” porque este general era
duque de la Torre, deja en suspenso la Constitución, logra la capitulación del
cantón de Cartagena, continúa la guerra carlista que tras la muerte del general
Concha tiene que terminar Serrano; finalmente en diciembre de 1874 el general
Martínez Campos, adelantándose a los proyectos de Cánovas, se pronuncia en
Sagunto y proclama la restauración de la monarquía en la persona de Alfonso
XII, hijo de Isabel II, éste publica el Manifiesto de Sandhurst el 1 de
diciembre de 187), Cánovas del Castillo forma un gobierno provisional hasta la
llegada del nuevo rey.
LA
RESTAURACIÓN (1874-1902):
El reinado de Alfonso XII (1875-1885): se enfrenta a tres
problemas, el nuevo régimen: acabar definitivamente con la guerra carlista,
finalizar con la de Cuba y pacificar políticamente al país. Frente al carlismo
se incrementan los efectivos militares y Primo de Rivera entra en Estella (Navarra),
capital del carlismo, y el pretendiente Carlos VII es obligado a pasar a
Francia definitivamente. En Cuba, el general Martínez Campos firma la Paz de
Zanjón con los rebeldes independentistas, en donde se concede el autonomismo a
la Isla, pero las familias con intereses económicos impiden que sea efectivo
por lo que se pasará al independentismo o separatismo de José Martí que se
reavivará en 1895.
Cánovas logra la pacificación interior
mediante un sistema inspirado en el modelo británico y basado en la existencia
de dos instituciones depositarias de la soberanía y la tradición histórica: la
monarquía y las cortes y en una Constitución, la de 1876. Copia la existencia
de dos partidos políticos que turnándose en el desempeño del gobierno, son: el
Partido Liberal Conservador de Cánovas y el Partido Liberal Constitucional o Fusionista de Sagasta y
partidos fuera del sistema que son: republicanos, PSOE y los anarquistas. El
funcionamiento de este sistema bipartidista se caracterizó por la persistencia
de dos males: la existencia del caciquismo y el fraude electoral o pucherazo
que adulteran el sistema, aunque permiten al gobierno de turno obtener mayorías
confortables; el poder civil fue adquiriendo más importancia política que el
ejército. Las diferencias entre los partidos eran mínimas, aunque los
conservadores eran más proclives al inmovilismo político, defensa de la iglesia
y el orden social y los liberales eran más inclinados a un reformismo más
progresista y laico. En la práctica no difería mucho al existir un acuerdo
tácito de no promulgar una ley que forzase al otro partido a derogarla al
regresar al gobierno. En la Constitución de 1876 la soberanía es compartida por
el rey y las Cortes, y los derechos y deberes de los ciudadanos están limitados
por las leyes ordinarias-de rango inferior a la propia constitución, pero con
mayor inmediatez, según las mayorías de las Cortes-, el poder legislativo es
compartido por las Cortes y el rey, pudiendo vetar, éste leyes y disolver las
cámara; la Corona puede nombrar a jefe del gobierno y a los ministros, las Cortes
son bicamerales (el Senado lo designa el rey y el Congreso es elegido por
sufragio de los ciudadanos), los jueces se eligen por oposición, desde 1890 aparece
el sufragio universal-La Constitución no se pronuncia sobre ello- y el estado
es confesional católico y centralista (continúan los ayuntamientos y
diputaciones provinciales).
El
final de la tercera guerra carlista llegó con la derrota de estos en 1876; el
final del conflicto trajo como consecuencia la reforma del régimen foral, más
acorde con el control y la centralización que reclamaba una administración moderna
y eficaz, con todo ello se intentaba la participación del País Vasco en la leva
o reclutamiento de soldados para el servicio militar, establecimiento de
conciertos económicos especiales, que todavía perduran (autonomía económica
para los vascos: los impuestos los cobraban las diputaciones y luego éstas
aportaban lo acordado a los presupuestos del Estado).
Esta es una etapa de gran estabilidad, pero
también de gran corrupción. El rey se casa dos veces, la primera con su prima
María de las Mercedes de Orleans, hija de los duques de Montpensier, que
falleció de tifus cinco meses después de la celebración de la boda, y en
segundas nupcias con María Cristina de Habsburgo. El rey visitó a los afectados
por cólera en Aranjuez y se contagió, muriendo en noviembre de 1885, dejando a
su segunda esposa embarazada del futuro Alfonso XIII, comenzaba…
La
Regencia de María Cristina (1885-1902): Cánovas y Sagasta firmaron el Pacto
del Pardo que dio estabilidad a la vida política y continuidad al sistema
político de la Restauración. El gobierno pasa al Partido Liberal
Constitucionalista o Fusionista. La Regente, por ser extranjera, no contaba con
gran popularidad, pero sí tenía una sólida educación, talento y férrea
voluntad. Hubo conspiraciones republicanas (pronunciamiento de Villacampa en
Madrid en 1886). Se aprobó la Ley de Asociaciones (gobierno Sagasta), Ley del
jurado, ferrocarriles secundarios o la legalidad del matrimonio civil, los problemas
con la Hacienda pública llevaron al poder a Cánovas que con una política
proteccionista mejoró esos problemas, además de medidas económicas relativas a
la emisión de deuda. Comienzan las inquietudes de los regionalismos periféricos
y que incrementan el movimiento espectacularmente, especialmente en Cataluña –Prat
de la Riba- y en el País Vasco –Sabino Arana-.
En
1895 estalla la guerra de Cuba, España consideraba a la isla una parte
irrenunciable de la Corona, y USA quería obtenerla por dinero (ya lo había
hecho con Alaska, Luisiana y Florida) y habían hecho ofertas por Cuba en 1848 y
1854. Ante el rechazo de sus pretensiones ayudaron a los sublevados, vivían
entonces en EEUU una etapa de nacionalismo expansionista alentado por la prensa.
La intromisión norteamericana interfería la aplicación de medidas militares y
reformas por parte española. Finalmente, la explosión del Maine en el puerto de
La Habana (Febrero de 1898) fue la causa de guerra entre España y Estados
Unidos, la armada española fue derrotada en Santiago de Cuba y en Cavite (Filipinas) en unas pocas horas,
y obligó a España a pedir la paz. El Tratado de París (diciembre de 1898)
liquidó el Imperio Español en América (Cuba y Filipinas) y en Asia (Filipinas)
a lo que se añadió la venta a Alemania de las Carolinas, las Marianas y las
Palaos (Asia-Oceanía).
Todo
ello, provocó una crisis de la conciencia nacional-la crisis de 1898- que dio
incluso como consecuencia un grupo de escritores, que pretendían cambiar tal
situación- la Generación del 98-“, desde 1899 se producen proyectos políticos
regeneracionistas, como los de Silvela y Polavieja. Finalmente en 1902 se
iniciará el reinado de Alfonso XIII.
PEDRO LÓPEZ ARNEDO (Profesor de Historia de España)