1. El Proceso de Hominización en
la Península Ibérica: nuevos hallazgos.
2. Pueblos Prerromanos.
Colonizaciones Históricas.
3. Conquista y Romanización: la
pervivencia del legado cultural romano en la cultura hispánica.
4. Las invasiones bárbaras. El
reino visigodo: Instituciones y cultura.
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1. El Proceso de Hominización
en la Península Ibérica: nuevos hallazgos.
La
Prehistoria es el período de tiempo que transcurre desde la aparición del
hombre en la Tierra (hace unos 5 millones de años) hasta el descubrimiento de
la escritura (en Mesopotamia y Egipto, hace unos 5000 años). Es el período en
el que se completa el proceso de hominización, es decir, la secuencia cronológica evolutiva que
culmino con la aparición de la especie Homo. Para tratar de conocer este
proceso, los prehistoriadores y arqueólogos estudian la evolución de los restos fósiles humanos y los
instrumentos y restos que aparecen a ellos asociados en los yacimientos arqueológicos. Este
proceso se caracteriza por la vertebración vertical del esqueleto, por
modificaciones en las formas dentales y por una ampliación de la capacidad
craneana.
Hay acuerdo general en que la hominización se inicia en
África. Los Australopithecus,
los ejemplares más antiguos datados en torno a hace 5-6 millones de años,
evolucionaron hacia el Homo Habilis hacia 2.400.000 años. El Homo Habilis
es la primera especie humana.
En adelante, el panorama de la evolución se hace cada vez más complejo. Dos especies posteriores el Homo Ergaster y el Homo Erectus comenzaron a emigrar hacia Europa y Asia.
En adelante, el panorama de la evolución se hace cada vez más complejo. Dos especies posteriores el Homo Ergaster y el Homo Erectus comenzaron a emigrar hacia Europa y Asia.
Los primeros restos humanos en la Península Ibérica se remontan
a hace más de 800000 años.
Los restos humanos más antiguos se han encontrado en la Sima de los Huesos (1974) y en la Gran Dolina (1996) de la sierra de Atapuerca en Burgos.
Los restos humanos más antiguos se han encontrado en la Sima de los Huesos (1974) y en la Gran Dolina (1996) de la sierra de Atapuerca en Burgos.
Las dos últimas especies del género Homo que aparecieron en
el territorio peninsular fueron el Homo
Neandertalensis, con una antigüedad de unos 95000 años y el Homo
Sapiens hace unos 35000 años.
En el Neolítico nacen
la ganadería y la agricultura, probablemente importadas, apareciendo los
poblados (hombre sedentario). En la Edad de los Metales (cobre, bronce, hierro)
surge hace unos 7000 años con la utilización de estos materiales para
confeccionar útiles, también nacen la rueda, la vela y el arado.
A parte de Atapuerca,
otros hallazgos peninsulares son: Nerja, Lisboa, Cueva de Morín en Cantabria y
las pinturas rupestres de Altamira (Cantabria).
2.Pueblos Prerromanos. Colonizaciones históricas: Fenicios,
griegos y cartagineses:
Los pueblos que habitaban la Península antes de la llegada de
los romanos se conocen con el nombre de prerromanos. Agrandes rasgos se
distinguen tres grupos, los pueblos del área mediterránea o íberos, los que
ocupan el centro peninsular o celtíberos y los instalados en el norte y
noroeste o celtas.
Tartesos :Civilización muy brillante que se desarrolló en el
suroeste peninsular en la primera mitad del primer milenio a.C. Rodeada aún de
misterio. Textos griegos y bíblicos hablan de una civilización muy rica. Se han
encontrado restos importantes como el Tesoro de
Carambolo. De cualquier manera, se piensa Tartesos tuvo un importante
comercio que benefició a una poderosa aristocracia. A mediados del primer
milenio, Tartesos se derrumbó. ¿Por la acción militar de los cartagineses? ¿Por
problemas internos?
Los Íberos(Indigetes, Turdetanos…): son
los pueblos más influidos por las colonizaciones externas, se localizan en el
Este y en el Sur desde el Pirineo catalán hasta el Algarve portugués. Son
pueblos urbanos y mercantiles (a veces organizados en confederaciones de
ciudades-estado) y dedicados a la agricultura, la ganadería y el comercio.
Producen un arte muy refinado (Dama de Elche)
Los celtíberos (Carpetanos,
Lusitanos…): Se sitúan en el Centro y Oeste peninsular. La influencia de los
colonizadores es muy débil. En el aspecto artístico, destaca la cultura de los
verracos entre los vetones del valle del Tajo. Los verracos son grandes
esculturas de animales ligadas a cultos ganaderos. El más célebre ejemplo son
los Toros de
Guisando.
Los Celtas:Galaicos,
astures, cátabros, várdulos, vascones.... se asentaron desde Galicia al Pirineo
aragonés.Pueblos muy atrasados, tenían una economía basada en la ganadería, la
recolección y la pesca. El peso de la agricultura era escaso.Como restos
arqueológicos, destacan los castros, poblados de viviendas circulares
construidos por los galaicos. Un buen ejemplo es el Castro de
Coaña.
Las Colonizaciones
Históricas: A partir del siglo IX
a.C. tienen lugar diversas colonizaciones. Aparecen en las costas mediterráneas
los fenicios, griegos y cartagineses, buscando metales en los que la Península
Ibérica era rica (oro, plata, cobre, hierro y estaño), pero también se
interesaron por la sal y productos de pesca, fundando colonias cercanas al mar
(puertos). Dentro de su legado destacan: la introducción de nuevos cultivos
como el olivo y el esparto, el torno del alfarero, la acuñación de monedas o el
alfabeto (fenicio y griego). La
colonización fenicia: fue exclusivamente comercial, procedía de Fenicia
(actual Líbano) y establecieron factorías comerciales destacando: Gades
(Cádiz), Sexi (Almuñecar) y Malaka (Málaga). Después llegaron los griegos que fundaron Rhodas y Emporion
(Rosas y Ampurias) en la costa de la actual Girona y Denia. Se piensa que los
griegos introducen el cultivo de la vid y el olivo. Colonización cartaginesa proveniente del Norte de África (actual
Túnez), fundaron Carthago Nova (Cartagena), conquistarán todo el Sur peninsular
y se enfrentarán a los romanos, tomando como base sus colonias peninsulares
(Guerras Púnicas).
3. Conquista y Romanización:
la pervivencia del legado cultural romano en la cultura hispánica.
La conquista de la Península
Ibérica por Roma se inició con la Segunda Guerra Púnica
(219-201 a.C.)- siguió la campaña
de Catón en 195 a.C. para reprimir las sublevaciones indígenas, las guerras
contra los lusitanos (Viriato), la conquista de Numancia en 134 a.C. (centro y
oeste) y finalizó con las guerras cántabro-astures dirigidas por Augusto y que
finalizaron en el año 19 a. C. (norte).
La romanización: es el proceso de asimilación cultural de los modos
de vida romanos por parte de los pueblos indígenas. Los principales focos de
romanización fueron las ciudades; sus principales difusores los soldados y los
comerciantes y sus hechos más destacados :
La legua latina: se impuso inicialmente en las ciudades y, más
tarde, en las zonas rurales, donde se mezcló con las lenguas autóctonas.
Aparece así el denominado latín vulgar, del que derivan las lenguas romances
(castellano, francés, italiano…). En España nacieron filósofos y literatos como
Séneca, Lucano y Quintiliano, cuyo idioma era el latín.
El derecho romano: que defendía los derechos del individuo,
especialmente el de propiedad.
La religión de Roma: incluido el culto al emperador. A pesar de
ello, las creencias autóctonas no desaparecieron. Así mismo llegaron a España
religiones como el cristianismo y otras del Mediterráneo oriental, como el
culto a Mitra o a Isis.
La cultura romana tuvo un carácter eminentemente práctico y por ello fueron grandes ingenieros y grandes
constructores de obras públicas. En
la península podemos destacar los siguientes ejemplos:
Además de estas obras públicas, Roma dejó
importantes obras artísticas de utilidad pública como:
La dominación de Roma dejó en Hispania una tupida red
urbana (Tarraco,
Cesar Augusta, Emerita, Toletum…) ligada por un complejo
sistema de calzadas y
otras infraestructuras públicas. Las construcciones monumentales: templos como
el de Diana, en Mérida; foros y teatros como los de Mérida y Sagunto;
anfiteatros como los de Itálica y Tarragona; puentes como el de Alcántara sobre
el río Tajo o el de Mérida sobre el Guadiana; pantanos como el de Proserpina,
en Mérida, y acueductos como los de Segovia y Mérida. Las calzadas: red de
caminos empedrados, construidos por el ejército, que comunicaban las ciudades y
por los que transitaban mercancías, viajeros y tropas. Las rutas principales
eran la Vía August, con ciudades importantes como Tarragona, Cartagena, Sevilla
y Cádiz, y la Vía de la Plata, donde se encontraban Astorga, Cáparra y Mérida, entre otras ciudades.
4. Las invasiones bárbaras. El
reino visigodo: Instituciones y cultura.
En el siglo V la Península
Ibérica fue invadida por los suevos,
vándalo y alanos, venidos del norte de Europa, que terminaron con la
dominación romana. Los suevos ocuparon Galicia, los vándalos Andalucía y los
alanos Portugal y Cartago Nova. El reino
visigodo de Tolosa (situado al sur de la Galia) llegó a su fin en el 507 cuando
los francos derrotaron a los visigodos en territorio francés (batalla de
Vouillé). Como consecuencia los visigodos se asentaron en España y crearon
el reino visigodo de Toledo, al que
puso fin la invasión musulmana de
711.
En un principio los visigodos se mantuvieron
por encima de la población hispano-romana, pero muy pronto llevaron a cabo la unificación de ambos pueblos:
Unificación territorial:
llevada a cabo por Leovigildo (Rey 573-586), tras derrotar a suevos y
bizantinos.
Unificación religiosa:
propiciada por Recaredo (Rey586-601) en el III Concilio de Toledo (589),
declarando el catolicismo religión oficial (los visigodos habían sido
arrianos).
Unificación legislativa :
(654) llevada a cabo por Recesvinto (Rey visigodo hasta el año 672) al
promulgar el Liber Iudiciorum (Fuero Juzgo), único código para ambos
pueblos. La institución visigoda más
importante fue la Asamblea de Hombres
Libres, donde residía el poder del reino, que se entregaba a un rey elegido por ellos. El rey
gobernaba con ayuda de un Officium Palatinum, compuesto de dos óganos : el Aula
Regia o Consejo Real, órgano asesor del rey, y los Concilios de Toledo, asambleas legislativas que ratificaban las
decisiones reales. Formaban parte del
Officium Palatinum los Comes, encargados del tesoro real, los Duces, delegados del rey en las
provincias, los Cómites civitatis,
jueces de las ciudades y los Gardingos,
jefes militares.
Nunca lograron establecer una
monarquía estable, con un poder real fuerte y basada en el derecho de herencia.
La inestabilidad política consecuente
fue clave para entender el derrumbamiento del reino visigodo en el 711 tras la
invasión musulmana. Los monarcas conservaron una comitiva de clientes que los acompañaban, jurándoles
fidelidad y recibiendo protección y sustento. Los poderes del rey eran amplios:
juez supremo, jefe del ejército, legislador, encargado de la guerra y de la
paz…
Los visigodos adoptaron y
continuaron la tradición latina, cristiana e imperial romana, pero sobre una
sociedad ruralizada, ya que la vida en las ciudades desapareció. La cultura se
reducía al ámbito religioso. El escritor más destacado fue San Isidoro de Sevilla
quien, en el libro Etimologías, intentó mantener el legado cultural romano.
PEDRO LOPEZ ARNEDO
(IES MARGARITA SALAS-MAJADAHONDA).
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