lunes, 6 de mayo de 2013

SOLUCIONARIO DEL EXAMEN DE LA TERCERA EVALUACIÓN


1. Comentario de texto:
a) La Generación del 98 aprecia las siguientes ideas: los viejos pueblos y su paisaje, poetas medievales como Berceo, el Arcipreste de Hita etc., Góngora y el Greco, se declara romántica y siente entusiasmo por Larra-va incluso a su tumba-, se reúne entorno a Pío Baroja al presentar su novela “Camino de Perfección”, trata de acercarse a la realidad mediante la desarticulación del idioma (palabras) ya que con ellas se “aprisiona2 esa realidad, posee curiosidad por lo extranjero, avivado por el Desastre colonial vivido en Cuba y Filipinas.
b) Nos explica las ideas que defiende la Generación del 98 (grupo de intelectuales que reaccionan a partir del Desastre de 1898 con la pérdida del Imperio Colonial español de Cuba, Puerto Rico (América) más Filipinas y Guam -en Asia-y la destrucción de la Armada por parte de la de USA, tras el hundimiento del acorazado Maine en Cuba, durante la regencia de María Cristina de Habsburgo-Lorena-en la infancia del rey Alfonso XIII-, se nos explica por ejemplo ciertos valores tradicionalistas, si se quiere como el amor por los viejos pueblos y su paisaje, además del recuerdo del medievo con los poetas primitivos castellanos: Gonzalo de Berceo, El Arcipreste de Hita o el Marqués de Santillana, por Góngora y el pintor el Greco, también por los románticos literarios que denuncian la realidad de su época: Larra, en concreto. Se menciona a una figura líder miembro del grupo, como es Pío Baroja, estableciendo un banquete como acto colectivo de la Generación del 98, junto con la visita a la tumba de Larra, finalmente un recuerdo al análisis de la realidad que les circunda, a partir del uso de las palabras en el idioma, curiosidad por lo extranjero, avivando esta sensibilidad por el Desastre referido. Fueron miembros de esta generación literaria: a parte del autor del texto (Azorín), Baroja, Maeztu, Unamuno, Ganivet, etc.
c) El Regeneracionismo: tras el desastre del 98, existía la sensación de que España se había quedado atrasada respecto a otros países de Occidente y era necesaria una labor de modernización y se pensó primero en una renovación política que obligara a los gobiernos a afrontar los verdaderos problemas del país. El resultado sería la regeneración de España y a esta actitud se llamó Regeneracionismo, compartían tal pensamiento intelectuales como Joaquín Costa, empresarios o políticos como Antonio Maura y José Canalejas.
*Proyectos políticos modernizadores: el de Antonio Maura: durante el llamado gobierno largo del conservador Maura entre 1907 y 1909, este político: trató de incorporar a la política a los ciudadanos conservadores alejando a los caciques, por ello propuso una ley de administración local para que un tercio de los concejales fueran elegidos por las instituciones privadas locales, pero los liberales se oponen y fracasa, en cuanto al movimiento obrero creó el Instituto Nacional de Previsión y una ley de huelga, y un proyecto de ley antiterrorista que no triunfó porque restringía libertades como la de expresión y asociación.
Proyecto de José Canalejas : Se llevó a cabo entre 1910 y 1912, que pretendió: impulsar una legislación social-reducción de la jornada laboral a nueve horas-, eliminó el impuesto de consumos, se suprimió la exención del servicio militar por pago de cuota, trató de aprobar una ley de control de las órdenes religiosas, conocida como “ley del candado”. La continuación de la Guerra de Marruecos le valió el enfrentamiento con las izquierdas que convocaron una huelga general en septiembre de 1911, consecuencia de la cual se ilegalizó la CNT, aumentando la conflictividad social y la violencia, de hecho en 1912 fue asesinado el propio Canalejas.
* Cómo crisis del sistema hay que destacar: la de 1909 insurrección de Barcelona en la llamada Semana Trágica, por querer, el gobierno, la consolidación de una zona de influencia en el Norte de Marruecos, aunque esta acción encontró una fuerte oposición local, y como consecuencia choques armados cerca de Melilla; el gobierno envió tropas de refuerzo, llamando a filas en Cataluña a jóvenes que ya habían cumplido el servicio militar, además sólo iban los jóvenes que no pagaban cuota, es decir las clases populares. Republicanos, anarquistas y socialistas convocan una huelga general de protesta y en Barcelona se convirtió en sublevación urbana, y los rebeldes fueron dueños de las calles durante una semana-“Semana Trágica”- fueron quemadas iglesias y conventos por los sublevados, y murieron más de cien personas, cuando se consigue derrotar a estos grupos, se acusa al pedagogo anarquista Ferrer Guardia de ser el líder de la protesta aunque su papel no había sido destacado, se le condena a muerte, la ejecución supuso una protesta a nivel nacional e internacional, lo que provocó que el rey pidiera la dimisión de Maura.
La de 1917: En el verano de 1917 se produjo una compleja crisis política en la que el sistema político se tuvo que enfrentar a una insubordinación militar (Juntas de Defensa), a un intento de reforma constitucional protagonizado por los catalanistas (Asamblea de Parlamentarios para conseguir la autonomía de Cataluña-Cambó-) y a un intento por derribar a la monarquía (la huelga general de UGT y CNT en Barcelona, Madrid, Vizcaya y Asturias).El gobierno conservador de Eduardo Dato logró salvar a la monarquía, pero los militares alcanzaron una influencia política que puso fin al predominio del poder civil establecido por Cánovas.
*Durante los años 1918 a 1921 se produjo en España una oleada de movilización obrera a lo que contribuyó: la fuerte subida de precios y la presión de los obreros para la subida de salarios, la esperanza de un cambio revolucionario que impusiera la igualdad a semejanza de la revolución de Rusia. Los protagonistas fueron fundamentalmente los anarcosindicalistas de CNT. Los principales conflictos, ya vistos en temas anteriores, fueron: el trienio bolchevique de Andalucía (ocupación de fincas y destrucción de cosechas), conflictos obreros de Barcelona (huelga anarquista en La Canadiense, lockouts de los empresarios y enfrentamientos CNT y Sindicatos Libres derechistas) y el pistolerismo en Barcelona.
*La Guerra de Marruecos: en 1921 se produce el desastre de Annual. El reino de Marruecos había quedado dividido a comienzos del siglo XX en dos zonas de protectorado, el sur para Francia y la franja costera, Rif, para España-zona que rodeaba a Ceuta y Melilla. Tras un tratado con Francia en 1912, nuestro país se lanzó a la ocupación efectiva del territorio adjudicado, esta misión la llevaba a cabo el general Fernández Silvestre, pero con un avance militar imprudente, siendo derrotado en Annual por las tropas rifeñas de Abd el Krim, donde es aniquilado el ejército español.

2. Mapa Histórico:
  Se trata de un mapa de España, que como bien dice la leyenda es del 19 de Julio de 1936, donde aparecen en azul la zona que se adhiere a la sublevación militar y en rojo la que aparece fiel a la República. Por lo que debemos referirnos al alzamiento militar de Julio de 1936 y al estallido de la Guerra Civil:
La sublevación militar  se inició en Melilla y a partir del 18 de Julio se extendió a casi todo el territorio peninsular: la insurrección triunfó en Galicia,  Castilla  y León, Álava, Navarra y parte de Aragón (mirar mapa de la página 283), en el Sur  sólo triunfó en Sevilla y Cádiz. Las autoridades republicanas mantuvieron el control de Madrid, Este y Sur peninsular y una franja aislada en la cornisa cantábrica, desde Asturias hasta Guipúzcoa.
 Los sublevados contaron con el apoyo de buena parte de los mandos militares, pero fracasaron en media España (en las principales ciudades fracasaron), pero contaban con la parte del ejército más preparado-el ejército de África- mandado por el general Franco (Dragon Rapide) y las fuerzas de seguridad se dividieron entre los leales a la República y los que apoyaban a los sublevados. Además las organizaciones obreras de izquierdas (socialistas, comunistas y anarquistas) que se resistieron al golpe y que el gobierno de José Giral les entrega armas, se hacen con el dominio de muchas localidades e inician la revolución, se forman milicias revolucionarias y desde ese momento el alzamiento deriva en Guerra Civil. Mientras que la zona republicana las unidades militares se desintegran, y toman el poder los voluntarios de izquierdas que con mucha moral de combate son eficaces en el medio urbano, carecen de estructura de mando para combatir en campo abierto, las instituciones republicanas dejaron de ser efectivas y las revolucionarias impusieron la colectivización de tierras y fábricas y ejercieron la represión en la retaguardia, el gobierno dirigía oficialmente la administración pero no controlaba los comités y milicias locales en los que se integraban fuerzas del Frente Popular, CNT y FAI pero sin predominio total de una sola fuerza, incluso en una localidad, por ejemplo en Cataluña gobernaba Esquerra Republicana pero en la calle lo hacía CNT, los socialistas y los comunistas catalanes se unieron en un solo partido –Partido Socialista Unificado de Cataluña-PSUC- que pronto adoptó una orientación comunista, en las provincias castellanas y andaluzas fieles a la República, PSOE y UGT protagonizan la revolución, en Aragón oriental anarquistas catalanes colectivizan las propiedades, pero en Vizcaya y Guipuzcoa el PNV impide que se tomen medidas revolucionarias y se persiguiera a la Iglesia-gobierno de José Antonio Aguirre-. Los Comunistas del PCE, minoritarios hasta entonces, se oponían a la rápida colectivización y perseguían un acuerdo de las clases medias a nivel nacional y con las democracias a nivel internacional para luchar contra el fascismo con el que identificaban a los militares sublevados, y que las milicias obreras debían pasar a un nuevo Ejército Popular con una fuerte disciplina.  En septiembre de 1936 se trata de reconstruir el Estado republicano y apartar las milicias y comités, para ello se constituirá un nuevo gobierno presidido por Largo Caballero y que integraba a todas las fuerzas que luchaban contra los sublevados, incluso los anarquistas. Aunque se mantienen las instituciones republicanas: Constitución de 1931, sus disposiciones se ignoran a nivel local, en Cataluña se formó un gobierno similar , presidido por Companys, con participación de la CNT, PSUC y los comunistas disidentes del Partido Obrero de Unificación Marxista-POUM-.En la zona insurgente o nacional, en cambio, todo quedó bajo control de las autoridades militares, los voluntarios civiles-carlistas y tradicionalistas, falangistas) se sometieron a la disciplina militar. Las unidades del Ejército de África pudieron cruzar el estrecho de Gibraltar, con ayuda de aviones alemanes enviados por Hitler. Una vez en la Península, Franco lanzó una ofensiva desde Andalucía que le dejaría a las puertas de Madrid.
 En los primeros meses de la Guerra Civil hubo quizá más muertes en la retaguardia que en el frente. Inicialmente las víctimas de ambos bandos fueron asesinadas sin ningún tipo de juicio, eran detenidas o se les sacaba de la cárcel, se les conducía a un lugar apartado y se las fusilaba (este era conocido como “dar el paseo”), en el bando republicano esto lo realizaban las milicias revolucionarias, e incluso en Madrid estas milicias crearon centros de detención propios “las checas” y de noche a sus detenidos los asesinaban. En el bando nacional o sublevado, las autoridades tenían mayor control, pero ya desde el comienzo el general Mola hablaba del empleo del terror. La represión de los nacionales se prolongó en la postguerra (unas 40000 personas murieron a manos de los republicanos y 140000 a manos de los nacionales, pero incluyendo las ejecuciones de postguerra), la represión se usó como arma de guerra para debilitar la voluntad de resistencia del enemigo, como venganza, como limpieza para crear una España nueva y como persecución religiosa (mueren más de 6000 religiosos).

3. Gráfica:
 Se trata de una gráfica lineal donde se analiza la producción industrial de nuestro país desde 1900 a 1985, en nuestro caso en esta tercera evaluación, podemos observar como la producción desciende en los años 30, debido a la crisis económica de 1929 y a la Guerra Civil, y ya desde 1940 percibimos un crecimiento continuo, alcanzando a finales de los 50 el índice 100 y desde allí un crecimiento sostenido, que podríamos calificar de explosivo desde el año 1959 hasta el índice 531 en 1985, esto nos lleva indudablemente a hablar del período conocido como” desarrollismo”, con su antecedente de la “primera apertura”, del franquismo; por lo que debemos referirnos a:
 Durante los años 40: La política económica se movió entre la necesidad de reconstrucción del país y la imposibilidad de hallar, durante la II Guerra Mundial el apoyo internacional necesario para hacerlo. De ahí que se aplicara una política económica  autárquica acompañada de una fuerte intervención del Estado con el objetivo de industrializar al país ( se introdujeron nuevas industrias con apoyo gubernamental, y se crea el INI), controlar estrictamente, a través del gobierno, el escaso comercio exterior, aumentar la producción agraria (este intento fracasó debido a diversas causas, tales como técnicas muy rudimentarias, rendimientos bajísimos, condiciones metereológicas desfavorables, defectos estructurales…La producción insuficiente trajo consigo la aparición de racionamientos-cartillas de racionamiento-, precios de “tasa” y mercado negro).
La década de los cincuenta resultó particularmente tranquila para el régimen de Franco. El aislamiento internacional desapareció, la actividad de la oposición se redujo al mínimo y la economía empezó a crecer a un ritmo satisfactorio.
En los años 60 España entró en una etapa de rápida transformación: el desarrollo económico alcanzó un ritmo sin precedentes históricos, las ciudades crecieron por efecto del éxodo rural, comenzaron a difundirse los automóviles baratos y los electrodomésticos, empezaron a cambiar las maneras de pensar y las costumbres y también el catolicismo entró en un período de renovación. Frente a todo ello el régimen de Franco resultaba cada vez más anacrónico. El declive físico del dictador fue acompañado por un declive de su régimen, que seguía reprimiendo toda manifestación de protesta pero que tenía cada vez menos partidarios, sobre todo entre los jóvenes.
 Por lo expuesto hasta el momento  nos referimos a un período que podríamos encuadrar entre finales de los años 50 y finales de los años 60, y que se caracteriza por el final de la etapa autárquica que hemos mencionado en el apartado 1 y el desarrollismo que para la mayoría de los historiadores llega hasta el año 1973 (Gran Crisis Económica), pero que políticamente resulta más interesante adelantarla a julio de 1969 cuando las Cortes aceptan como sucesor de Franco, con el título de rey, al príncipe D. Juan Carlos de Borbón, y se toma como final de una etapa, en cualquier caso y siempre teniendo en cuenta esta consideración describiremos brevemente este período: Entre 1960 y 1972 la economía española experimentó un fuerte crecimiento, reflejo del crecimiento que a su vez han experimentado los países capitalistas de Europa Occidental (en los países de la CEE); en estas circunstancias, en 1957 tomó las riendas de la política económica un equipo de políticos (López Rodó, Ullastres, Navarro Rubio-“tecnócratas”), dispuestos a favorecer al máximo el contacto de la economía española con la del mundo capitalista.  Tras un período de reajuste de los mecanismos de la política económica, se aprueba el Plan de Estabilización de 1959 basado en tres elementos: la disciplina financiera (para evitar el déficit estatal se aumentan los impuestos indirectos, el recorte del gasto y la fijación de un tope en el crédito bancario, por esto no crecerá la inflación al menos teóricamente), liberalización económica interior (se eliminan organismos interventores y se liberalizan los precios), liberalización exterior (se facilitó el comercio exterior y la entrada de inversiones extranjeras, se devaluó la peseta para hacer las exportaciones competitivas), a todo ello se fue sumando las divisas que mandaban los inmigrantes españoles en los países europeos y el dinero aportado por el turismo extranjero en nuestro país, que en busca de sol y playa comienzan a venir masivamente.
El cambio social: Una transformación económica como la que experimentó el país entre 1960 y 1972 implicaba un profundo cambio en la sociedad: la sociedad española de 1970 era radicalmente distinta a la de 1940, en conjunto la de 1970 se acercaba más a la de los países desarrollados. Pero este cambio afectó además al sistema de valores y a los modelos de conducta aceptados por la mayoría de la población. Una serie de hechos contribuyeron a esta modificación: la desaparición de la familia tradicional, típica del mundo rural (hábitos de colaboración, solidaridad, autoridad), el aumento y diversificación de la información (prensa, radio, televisión…), aumento del consumo cultural (libros “de bolsillo”, cine, revistas, extensión de la enseñanza…), mayor facilidad para la comunicación y los intercambios entre personas de áreas muy diversas: aumento de las personas que viajan, profunda transformación que se produjo en importantes sectores del clero. El nuevo tipo de sociedad que se fue configurando en la década de los sesenta resultaba más conflictiva, con un nivel de vida más elevado-aunque con importantes núcleos de pobreza-, mayor movilidad social, mayor sentido crítico y sentido de participación en las decisiones de la colectividad, junto a la demanda de bienes de todo tipo y el deseo de ascenso social.
 El desarrollismo: situado cronológicamente en los años 60 y llevado a cabo por los tecnócratas del OPUS DEI, supone un acercamiento a la economía capitalista, con un crecimiento o desarrollo económico constante (con una media de 5,3 %) basado en la cercanía al Mercado Común Europeo, a una energía barata, el incremento de las importaciones-materias primas y bienes de equipo tecnológicamente avanzados, la entrada de divisas por exportaciones y la de los inmigrantes, éxodo rural que proporciona mano de obra barata y mercado local y planificación económica indicativa por parte del gobierno, en donde se fijaban objetivos y proporcionaba incentivos a la industria privada-Polos de Desarrollo-, son los llamados Planes de Desarrollo (el I Plan de Desarrollo comienza en 1964).
4. Imagen:
Nos encontramos ante una fotografía, que en 1979 publicaba el Diario de Canarias, en la que podemos destacar la figura del Presidente del Gobierno en aquel entonces: Adolfo Suárez, junto a los Reyes de España: Don Juan Carlos I y Doña Sofía en un acto celebrado en “la Casa Árabe en Madrid”, por lo que debemos referirnos a la época de la Transición Española (período de la Historia de España que abarca desde noviembre de 1975-cuando Don Juan Carlos es nombrado rey, hasta diciembre de 1978-cuando se aprueba la Constitución, aunque otros historiadores piensan que se debe prorrogar hasta la primera victoria del PSOE de Felipe González en 1982; no obstante creo más oportuno tratar los gobiernos de Adolfo Suárez, pues a este político al que se nos presenta: Franco esperaba que tras su muerte su régimen perdurara “atado y bien atado”, sin embargo la transición cortó esa voluntad. El impulso del rey Juan Carlos, la actitud favorable a la democracia de los sectores reformistas del régimen encabezados por Adolfo Suárez y la disposición al consenso por parte de la oposición contribuyeron al resultado final. Sin embargo, dos factores favorecieron la opción democrática: el modelo europeo (poseía estabilidad democrática, prosperidad económica, Estado del bienestar e integración europea), para los reformistas del régimen la integración en Europa representaba el reconocimiento internacional y el mantenimiento de una economía de mercado. La sociedad española del momento estaba satisfecha con los logros económicos de los últimos años, tenía poco interés en la política, no se hallaba identificada con los principios ideológicos del régimen de Franco y veía el modelo europeo como ejemplo de modernidad. Deseaba un cambio que condujera a una mayor libertad, aunque con temor ante los conflictos; en ambientes estudiantiles y obreros había sectores opuestos al régimen.
Evolución política: el Rey, obró con prudencia, manteniendo en su puesto al presidente del gobierno: Carlos Arias Navarro, este nombró algunos ministros más aperturistas-como Fraga-, pero muchos españoles, acosados a veces por la crisis económica y por la falta de libertad, hacen huelgas laborales, manifestaciones de petición de amnistía para los presos políticos o de autonomía para Cataluña y otras regiones. Algunas fuerzas políticas habían constituido en 1974 la Junta Democrática de España, aglutinada en torno al Partido Comunista. Las fuerzas políticas que no se integraron en aquella crearon en 1975 la Plataforma de Convergencia Democrática, llegando ambas organizaciones a un acuerdo poco antes de la muerte del general Franco, que originó lo que se conoció como Platajunta. El talante de Arias Navarro y su gobierno no convence a nadie, aparece como insuficiente, por lo que se lleva a un cambio de estrategia: una ruptura controlada respecto al anterior régimen, pero realizada utilizando los mecanismos legales existentes. Adolfo Suárez es nombrado jefe del gobierno y el primer paso es la aprobación por las Cortes de una Ley para la Reforma Política, que posteriormente fue sometida a referéndum popular. Se iniciaba así un período constituyente en el que la forma vigente del gobierno era aceptada sin discusión como un hecho consumado. Esta ley fue una medida puente que permitió el paso de la legalidad franquista a la legalidad democrática. Mientras tanto, se incrementa la violencia terrorista, con acciones casi diarias de asesinatos y secuestros protagonizados por ETA, GRAPO y FRAP. Y en enero de 1977 pistoleros derechistas asesinaron en Madrid a varios abogados laboralistas vinculados al PCE en la matanza de Atocha, no obstante en abril, el gobierno de Suárez, legalizó el Partido Comunista, a pesar de la oposición de una parte del ejército.
 Mediante un decreto-ley se convocan elecciones generales a Cortes constituyentes: se establece el bicameralismo, un sistema de representación de proporcionalidad corregida, la provincia como circunscripción electoral, la financiación de la campaña electoral, etc. El 15 de Junio de 1977 se llevaron a cabo las primeras elecciones democráticas desde 1936, formando gobierno la UCD de acuerdo con los resultados electorales. Las nuevas Cortes, legislativas y constituyentes a la vez, aprobaron una Constitución nueva que fue sometida a referéndum popular en diciembre de 1978, y fue aprobada por el 87,87% de los votos emitidos (58,97 %), abstención alta, a pesar que la mayoría de edad se había establecido a los 18 años. La democracia adquiría su legitimación. El largo proceso constituyente dio como resultado una constitución no partidista que pudo ser aceptada por la mayoría del país.
La crisis económica llevará a un acuerdo de consenso que servirá para iniciar una política de reajuste apoyado por la oposición (comienza a reducirse la tasa de inflación), son los acuerdos o pactos de la Moncloa firmados en octubre de 1977.
Aprobada la Constitución, se convocan elecciones generales, venciendo de nuevo la UCD de Suárez con 168 escaños. Esta nueva etapa de gobierno estuvo afectada por:
 La escalada terrorista. ETA intensificó su actividad para que el gobierno aceptara el programa para la independencia de Euskadi, elaborado por KAS (Koordinadora Abertzale Sozialista), complementado por la acción política de Herri Batasuna, que obtuvo en 1980 más del 15% de los votos en las elecciones autonómicas vascas. A ETA se sumarían el FRAP, que desaparecería al final de la década y el GRAPO, de poco claros principios de actuación.
 La amenaza de golpismo en las Fuerzas Armadas. La vía reformista hacia la democracia no había prevista ninguna depuración de la administración, ni de las fuerzas de orden público ni del ejército, por ello los sectores nostálgicos del franquismo creían que conservaban el control de los aparatos del Estado. Por otro lado, la jerarquía militar, que se había sentido traicionada por Suárez cuando legalizó el Partido Comunista, había impedido que se concediera amnistía a los militares de la UMD y presionado para que no se quitara la pena de muerte del Código de Justicia Militar, entre otras cosas. Suárez había nombrado vicepresidente para asuntos de la defensa a Gutiérrez Mellado para controlar el descontento militar. Sin embargo, los rumores de golpe militar continuaron. En noviembre de 1978 fue desarticulada la Operación Galaxia, que pretendía secuestrar al gobierno en el palacio de la Moncloa y colocar en su lugar una Junta Militar.
 Desde el primer momento Suárez estuvo sometido a un fuerte desgaste, incrementado por el proceso autonómico. A principios de 1980 ralentizó la descentralización del país y acordó proponer la vía del artículo 143 de la Constitución como vía lenta de acceso a la autonomía, dejando el artículo 151, la vía rápida solo para las comunidades históricas, suscitando el recelo del resto.
Por otro lado, concluido el consenso, el PSOE acentuó su oposición, presentando una moción de censura en mayo de 1980, que no prosperó por tan solo 14 votos.
Por si esto fuera poco, Suárez debió de hacer frente a la progresiva desintegración de su propio partido en el que la falta de unidad quedó de manifiesto cuando se abordaron algunos asuntos controvertidos como el divorcio, la reforma fiscal y el autonomismo. Su liderazgo fue puesto en entredicho por los llamados barones: Fernández Ordóñez (socialdemócrata), Álvarez de Miranda (democristiano) y Garrigues Walker (liberal).
A finales de enero de 1981 Suárez presenta la dimisión. Poco después, los reyes son increpados por Batasuna en su visita a la Casa de Juntas de Guernika. Ante estos hechos, los golpistas reaccionan. El 23 de febrero de 1981, mientras tenía lugar el debate de investidura del sucesor de Suárez, Calvo Sotelo, el teniente coronel Tejero ocupa el Congreso y secuestra a los diputados. Milans del Bosch decreta en Valencia el estado de excepción y se vive una situación de máxima tensión en todos los cuarteles. La intervención del rey fue decisiva para que, durante la madrugada, se volviera paulatinamente a la normalidad.
 Tras el fracasado golpe de Estado, llegaba el turno del gobierno de Calvo Sotelo, heredo de Suárez en el gobierno y en la UCD, y este comenzaría otro nuevo proyecto, con otro partido político: CDS.
5. El Estado de las Autonomías y su evolución:
En la primera mitad de 1978, 13 decretos leyes establecieron el mapa autonómico, completado cuando Cantabria, La Rioja y Madrid optaron por formar regiones propias (Navarra ya tenía autonomía previa).
                En octubre de 1979 fueron aprobados los estatutos vasco y catalán. En las elecciones a los parlamentos autónomos vencieron los partidos nacionalistas: Garaicoechea fue investido Lehendakari en el País Vasco y Jordi Pujol, Presidente de la Generalitat en Cataluña.
                En meses sucesivos se aprobaron el resto de estatutos de autonomía y se comenzaron a elegir sus órganos de gobierno (el tercero fue el Gallego), el derecho a la autonomía está regulado en el Título VIII de la Constitución, y hay algunas características generales que señalar en este proceso: las provincias no desaparecen y no hay un único modelo organizativo de las comunidades autónomas y se diferencian las de tradición histórica (Cataluña, País Vasco y Galicia) y el resto de las que pudieran llegar a constituirse, las cuales, a su vez, podían asumir inmediatamente sus estatutos-artículo 151 de la Constitución- o bien hacerlo de forma más lenta y retardada-artículo 143 de la Constitución-.
                La organización territorial autonómica supuso el fin del centralismo histórico. La principal consecuencia fue la aparición de múltiples centros de poder, pues la Constitución propugna que España está integrada por diversas nacionalidades y regiones, con capacidad para tomar decisiones políticas.
                En los respectivos estatutos de autonomía se especifica la organización de cada una y se definen las instituciones de autogobierno: Asamblea legislativa, Consejo de Gobierno, Presidencia de la Comunidad y Tribunal Superior de Justicia. También se regulan las materias y competencias del gobierno central y autonómico, reservándose el primero los asuntos internacionales, la defensa del territorio, el sistema fiscal y la ordenación general de la economía. El resto de áreas competenciales, incluso la policía (mossos d’esquadra y ertzaintza), recae en las comunidades autónomas.
                Las autonomías disponen de sus propios recursos procedentes de los impuestos cedidos por el Estado central. En la actualidad existen 17 autonomías y 2 ciudades autónomas. Para salvaguardar el principio de solidaridad, la Constitución establece un Fondo de Compensación económica destinado a corregir y neutralizar las desigualdades regionales.


                   PEDRO LÓPEZ ARNEDO (Profesor de Historia de España. IES MARGARITA    SALAS DE MAJADAHONDA- COMUNIDAD DE MADRID).

No hay comentarios:

Publicar un comentario